miércoles, 29 de octubre de 2008

Cuento para leer en los viajes a París.(y 2)

… entre tal hombre y tal mujer, nada está escrito por anticipado, no hay brújula, no hay relación preestablecida. Su encuentro no está programado como el del espermatozoide y el del óvulo; nada que ver tampoco con los genes. Los hombres y las mujeres hablan, viven en un mundo de discurso, es eso lo que es determinante. Las modalidades del amor son ultrasensibles a la cultura ambiente. Cada civilización se distingue por el modo en que estructura su relación entre los sexos. Ahora, ocurre que en occidente, en nuestras sociedades, a la vez liberales mercantiles y jurídicas, lo "múltiple" está en camino de destronar el "uno". El modelo ideal de "gran amor para toda la vida" cede poco a poco el terreno ante el speed dating, el speed living y toda una profusión de escenarios amorosos alternativos, sucesivos, incluso simultáneos.


Fragmento de una entrevista a Jacques-Alain Miller (Psicoanalista)
Por Hanna Waar .-. Psychologies Magazine, octobre 2008, n° 278





Un día cualquiera de mayo apareció la ballena, majestuosa, imponente, saltando entre columnas de agua de colores. En las rocas, junto al embarcadero pequeño, se formó la algarabía, los de azul gritaban, las de verde chillaban, el sabio del catalejo, en la proa de su barco, enfocó al monstruo e informaba.
Ella y él sabían que era una señal.

La ballena se acercaba al muelle, nadie había visto nunca un animal tan grande.
Nadie. Nunca. Un animal. Tan grande.
Ella intuyó el peligro y dijo – huyamos – y corrió carretera arriba.
Él la siguió.
La ballena se elevó sobre el puerto y su gran boca se tragó el pueblo con habitantes, casas, coches, árboles, todo.

Ellos, salvados, arriba, en la atalaya, jadeantes por el esfuerzo, volvieron la cabeza a tiempo de ver a la ballena sumergiéndose en un remolino de aguas azules.
Ella le tendió las manos y dijo –ven-.
Él miro sus ojos, luego la estela de la ballena, después se miró dentro, alrededor, al cielo y cuando quiso mirarla, ella había desaparecido, no estaba, apenas un eco de ese ven.

Ven.

Ella era la única mujer sobre la tierra y se había vuelto invisible.
Él sentía su recuerdo mordiéndole como el remordimiento por un crimen.
La ballena se alejaba, hacia el norte, lejos, lejos.
Él pensó en volver a la ciudad a mendigar cariño por las calles. Antes de partir, avergonzado, quiso mirar por última vez ese horizonte. Allí, sobre una roca, en la cueva de Og, distinguió a la mujer que amaba. Lo supo: ella era una sirena y reclinada en las mareas aún esperaba. Se acercó hasta el borde del acantilado, vio el mar en calma, se desnudó despacio, dejó la ropa doblada junto a un árbol, abrió los brazos en cruz para saltar y entonces, precisamente entonces, vino la niebla, el mundo se volvió blanco y se durmió.

¿Fin?



Cuando la nitidez del aire le despertó escrutó los alrededores de la entrada a la cueva. Nada se movía. Supo que ella había vuelto a su mundo submarino. Se vistió de nuevo, despacio, ya camino del autobús se apercibió que respiraba tranquilo. Además una sirena nunca podría vivir en la ciudad, se mintió.

Fin


33 comments :

Anónimo dijo...

Divina, suave, etérea la primera parte, me gusta la metarmofosis maligna de la segunda. Si.... es que, eres muy bueno jugando con ellas. La sirena de ayer noche es de Vigo. Ademas de sirena, es mi princesa. Consideramos un acierto?
Argumenta o rebate. Felices sueños. Beso

Mixha Zizek dijo...

Me gustó tu historia es fabuladora y te lleva a través de sus imágenes. Sólo un punto, si la publicas alguna vez, déjala hasta "y se durmió". Te da rienda suelta a la imaginación y le das una desliz surrealista muy onírica e intensa. Porque con esas últimas líneas también se siente excelente pero le da un corte más a lo fantástico (me refiero al final). Me encantó tu post, super interesante y escribes muy bien, besos

Єѕтnoм dijo...

Existen las islas.
Caricias.

Lirium*Lilia dijo...

Me gustó mucho tu texto. Despierta la imaginación y la sensibilidad. Tan lleno de imágenes.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

De momento un acierto Lobito, pero desde la princesa hacia adelante ya me he perdido. Tengo que volver a la casilla de salida. Buen miércoles (te deseo)
Beso s

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias por tu recomendación, pero dejaré el final >Mixha.
Es una historia real, con imágenes y todo.
Ese final da sentido a “mi” cuento(Y no te imaginas cuanto).
Gracias por tus palabras.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Ya, Єѕтnoм, para islas estoy yo.
Me come la ballena el pueblo y me voy a ir a una isla, ya, maja.
¿Caricias? osada.

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias De Lirium soy, pero me parece que tu imaginación y tu sensibilidad estaban ya muy despiertas.
Muchos besos.

gaia07 dijo...

A veces un solo gesto puede desviarte del camino que quieres seguir. Cuando te lo piensas demasiado, desaparece el motivo, y todas las razones encontradas para seguirla ya no son válidas.
Es un precioso cuento que dice más de lo que expresa. Como todo tú.
Me encanta que me cuentes.
Un abrazo.

a-escena dijo...

Las sirenas para el hombre de este cuento se parecen a los príncipes azules que nos contaban a algunas mujeres de niñas.
Para contar cuentos como el suyo sirven.
Además, me dan que sirenas y príncipes tienen que ser la mar de aburridos, no sé por qué...
Besos.

Anónimo dijo...

Eso tiene enamorarse de sirenas.
Uno las sigue como si fueran la última mujer sobre la tierra, pero al final siempre vuelven a su mundo.
Y no sirve da nada un Ven.
Cuando llegas ya se han ido.

Precioso, Pedro.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Las palabras Pedro, las palabras... El resto es un breve sentimiento sobre tu cuento. Me gusta como esta.. me gusta el final. Sobre todo el final. Ya te has encontrado? Mas besos

Tempus fugit dijo...

Me quedo con el primer FIN. Una auténtica preciosidad; sólo me ha fallado el hecho de haberlo leído sin estar de camino a París.


un abrazo, maestro

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, puedo jurarte y te juro que este "Cuento para leer en los viajes a París" es para mí mucho más que un cuento.
Lo he llenado de imágenes y simbolismos por miedo más que nada.
Cada línea que leo me duele. Mi cabeza y mi corazón se llenan de esas gentes, ese puerto, ese mar, incluso de la ballena.
De las sirenas no hablo ya que no existen más que en la imaginación de los viejos marineros ( ahora, haberlas , haylas)

Me encanta contarte.
Un abrazo y un beso (aprovechando el viaje) .

Pedro M. Martínez dijo...

a-escena, no sé los príncipes, pero mi sirena no era nada aburrida. Y no veas cómo nadaba. El resto de actividades también las hacía muy requetebién.
El problema vino con la ballena, siempre una ballena es la que estropea estas historias.
Las gentes tampoco ayudaban mucho.
(Todo sea por no asumir mis responsabilidades. Es tan cansado)
¿Besos? Va, pues besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Jubiloso Ybris, ya, pero en este mundo tan triste si no se enamora uno de sirenas ¿qué le queda? Mientras estás en ese que sí, que no, que si nadas, que si se esconde pasas unos tiempos mágicos. Lo malo es cuando viene la ballena.
Un abrazo con el cariño de siempre..

Pedro M. Martínez dijo...

Lobito, me encontré, sí, me volví a perder, otro reencuentro, otra pérdida y ahora, de nuevo aquí, pero no me hablo.
Los finales tristes son bonitos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues no De cenizas, no te quedes con él, devuélvemelo ¿qué hago yo sin el fin, fin.
Fin.
Gracias y buen viaje.
Un abrazo, campeón

a-escena dijo...

Bueno, hombre, no pensé que te pusieras así!.

Pedro M. Martínez dijo...

a-escena, no me he puesto de ninguna manera en espacial.
Disculpa si mi tono te ha parecido alterado, no lo he pretendido.
Vivo mis historias, es eso.
Otro beso.

Ondina dijo...

Quizá la niebla repentina protegió para siempre un sueño que de haber logrado materializarse se hubiera entonces esfumado irremediablemente,así,al no haber podido ser,permanecerá inalterable en su recuerdo,magnificado sin mancha alguna,eterno amor...así me miento un poco yo también.

Precioso blog

Un abrazo

gloria dijo...

Si hubiese aceptado tu apuesta de ayer, querido Pedro, ten por seguro que habrías ganado tu euro porque me ha sorprendido, claro que me ha sorprendido esta segunda parte...
Cada vez que me asome al mar temeré por ver venir a la ballena, ¿o temeré más a la sirena?
Me ha encantado.
Un abrazo

Mandarina azul dijo...

Me quedo deshojando una margarita (pobrecilla): ¿Fin? Fin ¿Fin? Fin ¿Fin? Fin ¿Fin?...
Me gustaría que fuese ¿fin?, más que nada porque no me gustan las mentiras, y una sirena (se mintió) nunca podría vivir en la ciudad.
¿Fin del comentario?

:) Un beso.

Unknown dijo...

los finales alternos me encantan!!!

Nos dan una oportunidad de saber qeu no todo esta perdido.. o si? jajaja!!

Me gusto mucho una pelicula que te recomiendo veas:

LA CAJA NEGRA.

Es reciente, es una producción franco-española... ya me diras que te parecio


Besazosss!!!

Pieladentro

Anónimo dijo...

Como vivir a veces sin creernos esas mentiras...
Me ha encantado. Besote.Muá

Pedro M. Martínez dijo...

Ondina, muchas gracias.
La niebla suele ser una buena aliada para lo que no quiere verse.
Abrazos.

cristal00k dijo...

Tu cuento,o no sé si decir, tu alegoría, es precioso de verdad. Simbolismo mágico del puro.
En otro orden de cosas, enamorarse de Sirenas es una actividad de "riesgo" pero apasionante, está claro.
En cuanto a Miller muy en la línea de Bauman y su amor líquido. Hace unas cuantas entradas le dediqué un post.
Gracias por pasarte por mi blog.
Saludos!

Pedro M. Martínez dijo...

gloria tengo una amiga que vio “Tiburón” y no ha vuelto a bañarse en el mar. Creo que n en piscinas.
Hay gente pa´too.
Un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Mandarina azul ¿un beso? un beso
Las sirenas son seres fríos.
Fin del comentario a tu comentario.

Pedro M. Martínez dijo...

Piel Todo ser humano tiene 3 personalidades: Aquella que conoce, aquella que cree que conoce y aquella que no conoce en absoluto. Arthur Seligman entra en coma tras un accidente de coche y es llevado a un hospital de Cherburgo. Con amnesia e incapaz de recordar porque dejó Paris, cuando despierta, Isabelle, una enfermera encantadora, le cuenta que en la inconsciencia y durante horas ha estado farfullando una historia absolutamente incomprensible. Creyendo que podía contribuir a su recuperación, la chica ha estado tomando notas de lo poco que entendía. Al leer las crípticas frases transitorias, Arthur recibe una cascada imparable de imágenes en su cerebro que le aterrorizan y le dejan totalmente desorientado. Además, su hermano parece haber desaparecido y el enfermo intentará recordar su paradero con la ayuda de las drogas y el tratamiento psicológico. Con ello lo que consigue es relevar una realidad oculta, poner de manifiesto terribles secretos enterrados desde la infancia y, finalmente, descubrir la terrible verdad sobre él y su hermano.

esto he leído sobre LA CAJA NEGRA.
Si la veo te contaré si me gustó.

Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues verdad, ya ves hechi.
Te lo contaré con calma.
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

cristal00k, pasar por tu blog ha sido un auténtico placer.
Enamorarse de Sirenas es una gozada, no sabes lo bien que te lo pasas.
Buscare a Bauman en tu página
Saludos

Churra dijo...

Me gustan estos finales a gusto del consumidor y si los dos son imposibles más.
Besos

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