lunes, 24 de noviembre de 2008

Infracciones.

Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía de lo peor, como que no existía, y quizá tenía razón; pero los otros espejos se burlaban de él, y cuando por las noches los guardaban en el mismo cajón del tocador dormían a pierna suelta satisfechos, ajenos a la preocupación del neurótico. (Augusto Monterroso)


Es una cuestión de opción -a quién quieres más ¿a papá o a mamá?-, también de pulsión -qué postura te gusta más -¿A (con A) o B (con B)? (incluso C (con C), etcétera)-, y así anda uno por los intersticios de los días con una sensación dèjá vu en los recovecos emocionales, ora arriba, ora abajo, con hollín en los párpados, tratando de escapar de la reina Ne Yoo, la dama negra que lanza sus encantamientos en la distancia, que clava alfileres en el muñeco y ahora me duelen los intestinos, ahora me duele el alma, ahora salgo a la ventana a ver el mar -un día, hijo mío, todo esto será tuyo- y luego llegó el bárbaro, el de la mitra, y se acabó la fiesta, las plantas carnívoras del miedo crecieron en nuestros jardines y desde entonces permanezco sentado en la panadería, absorto en masas y cocciones, no se pase el punto, mendigando amores- ¿nos acostamos, vida?-y la vida, otra, pasa en patinete, rauda, con prisas por terminar, hasta que un día – aquel ¿recuerdas?- uno se reencuentra con su pasado, así, de sopetón, en una esquina, en una ventanilla -hola, soy tu pasado- y te entra un miedo que se te caen los alfabetos, los poemas y te metes en un trigal hasta que pase la nostalgia cabalgando en un rocín huesudo, en el rescoldo de lo que no fue pero que la erosión de los signos no ha olvidado.

No sé muy bien lo que digo/escribo, por eso lo escribo/digo. Aún así el tormento no cesa y esta profesión de ave migratoria está muy mal pagada, mal considerada, nadie te toma en serio, que te vas y como nadie asegura que volverás, pues eso, que, nada, te leen y dicen (digo yo) ¿qué querrá decir este tío? En esas estamos (también).

¿La salida?, por favor.


14 comments :

Unknown dijo...

Buena disertación sobre los efluvios de la mente. Sé lo que escribes y no es dificil saber lo que dices.

Buenas noches.. felices sueños.
Besos para el desayuno.

ybris dijo...

Todos los que escribimos -aunque sea por lo que sea- nos preguntamos a menudo qué es lo que decimos.
Porque lo único que tenemos claro es que queremos decir. Luego las palabras tiran unas de las otras...
Pues eso. Acaba uno diciendo no una cosa sino muchas. Es la densidad que a unos -como tú- enriquece y a tantos falta.

Abrazos

Pedro M. Martínez dijo...

LOBITO, no lo es, no.
¿Has dormido bien?
Aquí llueve y llueve y llueve. Puff.
Buenos días, buen lunes.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Esto es como pintar ybris, que uno pinta una vaca y otro ve un campo de amapolas.
Ahora bien, en este huerto cada uno ve lo que quiere.
Cosa que me parece muy bien.
Para empezar bien el lunes, te abrazo.
Gracias.

Tempus fugit dijo...

Lo que no se puede hacer es agitar enérgicamente un espejo de mano, ya ves lo que te ha pasado, se mezclan las capas del recuerdo y el presente aparece desenfocado.

un abrazo, maestro

Mandarina azul dijo...

Por más que nadie se vea en él, un espejo no deja de ser un espejo.
Además... hasta los espejos pueden equivocarse. Sí, sí, lo que lees.

:) Buen lunes.

gaia07 dijo...

¿Cómo habría que llamar a la transgresión de una norma falsa o irreal?
¿Qué sentido tiene aferrarse a la idea de una fiesta sin final?
Porque no me dijeron: “Hija mía hace 20 años que empezaste a morir, calcúlate otros 40 de posible felicidad, aprovecha”
Ahora que lo sé solo me quedan 20, más menos.

Salida por Juan de Garay Kalea, hacia A-8/E-70, tomar E-804/AP-68, continuar en E-90/A-2, en Calatayud seguir por N-234, luego tomar A-23, continuar por V-23 hacia CV-3007, seguir por la V-21, entrando por la Avenida de Cataluña. Paras y me haces una llamadita.
Te mando un beso lleno de sol y mediterráneo.

Pedro M. Martínez dijo...

Solo en el post De cenizas.
El presente es tan intenso que no puede desenfocarse (ni quiere).
un abrazo

Pedro M. Martínez dijo...

Ya, Mandarina azul, estoy de acuerdo.
Mira, me miro al espejo y estoy seguro que ese no soy yo.
(no puedo serlo, yo soy mucho más joven, más guapo, más alto, con más pelo y dinero. O así)
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues tendrás que aprovechar gaia07, que acaban de pasar varios segundos.

Ya, si el camino me lo sé, pero no sabes lo que llueve, no para.
Te beso bajo el granizo.

Inuit dijo...

Pues a mi me pasa un poco como al espejo,un poco neurótica e hipocondríaca, hasta que me digo:" para de reflejar miserias", entonces me reflejo y me digo, "pero qué espejuelo tan agradable que eres"
Inuits

nancicomansi dijo...

Me gustó lo del espejo...
¿Somos sólo cuando nos miran?
¿SI no nos miran somos?
¿Somos el espejo de los demás y los demás son el nuestro?
Aichs...

Pedro M. Martínez dijo...

Inuit, no tengo espejos en casa.
Se rompen cuando me reflejo (demasiado gasto)
Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Somos siempre nancicomansi (creo)
Solo que los demás (estoy seguro) no nos ven como nos vemos.
O algo así.

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