jueves, 28 de mayo de 2009

Retrospectacle in New York (1).

VIRGO POTENS


Primero


Oh, Dios mío. Oh, Dios mío. Oh, Dios mío, tened misericordia de mí, pues el enemigo ha conseguido entrar en la ciudadela; cautamente, ha derribado hasta el último bastión, como cera ha fundido toda vigilancia y ha alcanzado mis ojos para asomar sus oriflamas desde ellos. Mi mirada ha conducido sus anzuelos velo. Apoyar la frente enfebrecida es, sedal han sido, segura trayectoria de su reclamo. Oh, Dios mío. Oh, Dios mío, tened misericordia de mí.

Ana Rosetti


Francesca Woodman


Con esta pluma, negra, la mano se queda en el aire, flota en silencio, duda, por fin escribe y deja que...

Hermosura en USA, las seis, oscurece, este atardecer es definitivamente romántico, de un romanticismo decadente, antiguo, lo compruebo por esta música a la altura de las ingles, también por mis sentimientos alborotados, por esta propensión a hacer locuras, por pensarlas, por tantas cosas que intentaré contarte. Me he tomado tres copas de jerez en Manhattan, dos filosofando con mi amigo John, una con V, mi amante. La encontré por casualidad a la salida de un bar en Madison Avenue, no quería hablarme, se fue, volví a buscarla, discutimos, J me llamaba al móvil, comí, regresé, la encontré en un restaurante, tomamos café, llegó una amiga de ella, tomamos otro café, este con ron quemado. He vuelto al despacho alterado ¿Ves? Soy un idiota. Algo de lo que hago me duele, me araña el antebrazo, me etiqueta, me lastima esa limitación por que la que no me digo claro lo que puedo y no puedo hacer.

Con esta pluma, negra, quisiera escribirte algo con sentido, una carta llena de encuentros y cumbres, de aciertos y palabras que te encojan el estómago, que te llenen de cantos de planetas perdidos en agujeros negros, de rumores de amor, de peces saltando a estribor y, ya ves, te escribo estas incoherencias, esta huida, esta sarta de frases como soplidos al viento, como carreras hacia dónde.

Bonita niña de la media isla trasplantada a New York, niña bella, dulzura, no sé qué o cuánto esperas de mí, no lo sé porque no me lo has escrito todavía, no me los has dicho aún, pero nunca, nunca nos hagamos daño, que nunca tengamos que llorar por mentiras o engaños, hablémonos de frente y guardemos los cuchillos de la desconfianza. Tampoco nadie debería llorar por nuestra curiosidad. No sabemos nada de este nosotros del aire que ahora nos hace felices. Todavía no nos hemos planteado las tres preguntas, no queremos, nos basta con escribirnos, reír, mirarnos y disfrutar del milagro intelectual. Hay más, mucho más, delante y detrás del escenario, lee mis cartas primeras, lee las tuyas desde hace tres años, mira esas frutas mordidas, has notado el color del río esta mañana, has esperado mi nombre en MSN ¿a quién?, ¿quién soy yo para ti?, dame nombre. Soy una morsa, soy una isla. ¿Quién eres tú? Luego sigo, ahora me traen las medicinas.



16 comments :

Anónimo dijo...

¿Os suena? Es de Cecilia, una criatura adorable, pero se nos murió demasiado pronto, a lo mejor por eso mismo. No sé por qué, leyéndote, me he acordado de esta canción suya.

NADA DE NADA

La espuma del mar,
un grano de sal o de arena,
una hebra de pelo,
una mano sin dueño,
un instante de miedo,
una nota perdida,
una palabra vacía
en un poema,
una luz de mañana,
así de pequeña soy yo,
nada de nada.

Nada de ti, nada de mí,
una brisa sin aire
soy yo,
nada de nadie

Un copo de nieve,
una lluvia que llueve,
un pensamiento,
un abismo entreabierto,
una palabra callada,
un lo siento,
un vaso sin huella,
soy un camino
que no tiene destino,
una estrella apagada,
así de pequeña soy yo,
nada de nada.

Nada de ti, nada de mí,
una brisa sin aire
soy yo,
nada de nadie.

Un soplo de vida,
una verdad que es mentira,
un sol de invierno,
una hora en tu noche,
el silencio de adioses,
un sin quererlo,
un segundo en tu sueño,
soy un peldaño
subiendo tu escalera,
una gota sin agua,
así de pequeña soy yo,
nada de nada.

Nada de ti, nada de mí,
una brisa sin aire
soy yo,
nada de nadie.

Un saludo. Perdona que no te diga mi nombre, es que soy tímida.

Pedro M. Martínez dijo...

Tímida Anónimo, para recordar a Cecilia debes tener la edad que ahora tendría ella.
O es que tienes buena memoria.
Curiosa asociación de ideas.
Teniendo en cuenta lo poco que me gustan los anónimos, un saludo.

Anónimo dijo...

Pues si me conocieras en persona, te gustaría menos.

Pedro M. Martínez dijo...

Ele, Anónimo, con autoestima, sí señora.
Ay,señor.

cristal00k dijo...

Siempre me superas, me dejas sin palabras y a veces sin aliento, Como hoy. Me encantas.
Un beso.

cristal00k dijo...

Curioso el
fenómeno "anónimo".
Pedro, no te enfades con el anónimo, un blog "comme il fault" es como que le falta algo, si no tiene uno de tanto en tanto...
Más besos.

Arantza G. dijo...

En un sin vivir estoy; con el corazón arrugadito y el estómago encogido...si es que escribes que dan ganas de morir de gusto.
Te dejo mis besos.

Pedro M. Martínez dijo...

1 cristal00k, ¿me estás sugiriendo un boca a boca?
Gracias. Un beso
2 cristal00k, son manías, ya, pero lo de “anónimo” me pone del hígado. Leches, con lo fácil que es poner un Puri, o un Japonés, yo qué sé.
Más besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues no te mueras Arantza G., ni de gusto.
Aunque es una buena forma de morirse.
Anda, anda, lee y disfruta
Recojo tus besos.

 Mayte dijo...

:(

Bikiño y salgo de puntas en silencio.

Pedro M. Martínez dijo...

Mayte:-)
Bikiños

gaia07 dijo...

Allí dónde no hay vida, dónde la imposibilidad del gesto te lo niega todo, esto de no saber del “aire que ahora nos hace felices” asegura la supervivencia del yo interno no visible, espectacular solo en las palabras.

No importa qué seas, las palabras que milagrosamente aparecen son para ti, dedicadas a ti y escritas por ti. Es más que suficiente para mantener una vida sin alternativas en una dulce ensoñación muy real.

Belleza en la desolación “una Hilda que baila con guantes de cocina” (de Toni Zenet en Soñar contigo)

Un besazo.

Magnolio dijo...

No tomo jerez, no filosofo, pero puedo imaginar a tu protagonista haciéndose esas preguntas que nunca - ¿Llegarán a tiempo las medicinas? - hará a la niña trasplantada a New York. Como la vida misma: a cambio, una preciosa carta.

Besos.

Pedro dijo...

gaia07, no sé si he entendido bien lo que dices.
Pero tampoco es necesario, las he sentido.

Toni Zenet me gusta.
Y tú

Un beso.

Pedro dijo...

Como todo lo que escribo, querida Magnolio, esta carta es real.
La niña trasplantada a New York existe (un saludo, I)
Y cada palabra me salió del más puro sentimiento (con unas gotas de imaginación, un poquito de técnica y briznas de oficio)
Es larga, la sacaré en varios días.
Un beso.

Magnolio dijo...

Eso mismo - con diferentes letras -te digo arriba, querido Glup.

Besos.

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